miércoles, 2 de marzo de 2011

La Técnica del ballet


Por: Darío Parra (profesor del BMU)



El Ballet es una forma teatral de danza, que comienza a desarrollarse en Europa durante el Renacimiento (1300-1600). La técnica del ballet está conformada por una serie de movimientos estilizados y posiciones que han sido elaboradas y codificadas a través de los años, hasta convertirse en un sistema bien definido, aunque flexible, denominado danza o ballet académico.



Uno de los fundamentos técnicos del ballet es la rotación externa de las piernas (en dehors). Cada pierna debe ser rotada hacia fuera desde la articulación de la cadera. El ballet contempla cinco posiciones específicas para los pies, las cuales son utilizadas en la ejecución de los pasos del ballet. Existen también posiciones correspondientes para los brazos, aunque varían dependiendo de la escuela.


La técnica del ballet enfatiza la perpendicularidad del torso. Debido a que los bailarines deben siempre fluir en este eje vertical, es necesario que todas las partes del cuerpo estén correctamente alineadas y centradas, para permitir el máximo de estabilidad y facilidad en el movimiento. El torso y todas las partes del cuerpo del bailarín permanecen sostenidas y alongadas hacia arriba de manera que su cuerpo permanezca alargado. La verticalidad implica resistencia a la gravedad, un concepto que debe ser aplicado principalmente en los pasos de elevación, como los saltos.

El ballet posee muchos de dichos pasos, incluyendo aquellos en los cuales el bailarín, mientras se encuentra en el aire, debe girar, batir las piernas, mantener los pies juntos o cambiar la posición de las piernas. El fragmento de la clase o de una coreografía donde se agrupan dichos pasos, suele denominarse “allegro”. La idea de desafiar la fuerza de gravedad se vio culminada con la invención de las puntas. Éstas se desarrollaron en los inicios del siglo XIX y han sido ampliamente utilizadas por las bailarinas desde 1830, cuando quedó demostrado su potencial para conseguir un efecto poético.

Diferentes sistemas de entrenamiento de ballet han evolucionado, adoptando el nombre de sus países de origen (escuela rusa, francesa…) o de sus maestros (el italiano Enrico Ceccetti, el danés Augusto Bournonville o la rusa Agripina Vaganova). Estos sistemas, sin embargo, difieren más en el estilo y en el énfasis que en los movimientos mismos enseñados. El lenguaje técnico es universalmente el mismo sin importar la escuela, aunque puede haber diferencias en la denominación o en la ejecución de algunos movimientos.

Todos los bailarines de ballet, sin importar su experiencia o sus aptitudes, toman diariamente clase de ballet para mantener sus cuerpos fuertes y flexibles. La mayoría de las clases de ballet inician con el trabajo en la barra. Estos ejercicios tienen como objetivo calentar y estirar músculos y tendones, haciéndolos más flexibles y mejorando la movilidad articular. La segunda parte de la clase se realiza sin la ayuda de la barra y se denomina centro. Usualmente se inicia con movimientos lentos y sostenidos (adagio) para desarrollar en los bailarines la sensación de equilibrio y fluidez en los movimientos. Luego, vienen los movimientos más rápidos, que incluyen el grupo de los pequeños saltos, y progresivamente se realizan pasos con desplazamientos, giros y grandes saltos.


A medida que el bailarín mejora su eficiencia, los ejercicios en la barra y en el centro se hacen más complejos, aunque siempre basados en los mismos movimientos aprendidos desde el comienzo. Los movimientos se hacen cada vez más rápidos o más lentos, más extensos, más complejos (combinaciones) y físicamente más demandantes. De ahí la importancia de establecer, desde un principio, una sólida base, ya que de ellas dependerá un progreso en un futuro. Generalmente los bailarines realizan la clase más para mantener su nivel de ejecución técnica, que para aprender pasos nuevos. La técnica del ballet clásico es universalmente reconocida como una base sólida para la práctica de cualquier otra forma dancística, ya que los principios técnicos adquiridos con su práctica pueden ser aplicados a cualquier otra forma o estilo.



Si se desea realizar un entrenamiento profesional en ballet, se debe iniciar el entrenamiento diario del cuerpo entre los 8 -10 años de edad, luego de pasar el examen de aptitudes exigido por las escuelas donde se realiza dicha formación. Los alumnos reciben clase diaria de ballet y en el transcurso de su carrera deberán recibir otras clases específicas relacionadas con el ballet: puntas para mujeres, variaciones para hombres y mujeres, pas de deux (duo clásico), danzas antiguas y de carácter, música, bailes de salón, pantomima y distintas formas de preparación física, que pueden incluir, dependiendo de la escuela, la gimnasia artística y diversas formas y técnicas de entrenamiento físico. Sin embargo, es importante aclarar que cualquier persona puede aprender y disfrutar la técnica del ballet. El ballet es una excelente base para la práctica de cualquier otra forma de danza, y cualquier persona puede beneficiarse y obtener placer con los logros personales que alcance a desarrollar con la práctica de esta manifestación artística.

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